
Estás dentro del laboratorio y has conseguido el elixir, sólo tú sabes qué has hecho con ella, si tomártela o guardártela, lo que tienes claro es que quieres salir de allí.
Las horas que has pasado vagando por los pasillos del laboratorio hasta llegar a la sala de deporte te han hecho perder la noción del tiempo y no encuentras la puerta por la que entraste, lo que si ves es que el espejo de la pared no es lo que parece ser.